El Progreso del Pirineo Distribución forma parte de un grupo empresarial familiar, con más de 125 años de historia.
Nuestro origen
El Progreso del Pirineo Distribución forma parte de un grupo empresarial energético, cuya historia se remonta a finales del siglo XIX. En el año 1896 los abogados Leoncio Comesaña y José Leiras lograron dotar a su cuidad natal de un servicio prácticamente inexistente en el resto de la península. Construyeron una central hidroeléctrica, que fue bautizada como «Miudiña».
Partiendo de dicha central llevaron líneas hasta la ciudad, para servir de luz tanto a sus casas, como a la del alcalde y el farmacéutico, auténticas «fuerzas vivas» de la ciudad por aquel entonces.
El 29 de junio de 1896 se concedió autorización para distribuir aquella novedosa luz a toda casa que lo solicitase. La iniciativa tuvo poco éxito de inicio, debido a la creencia de que la leche de las vacas se cortaría con la cercanía de las líneas eléctricas.
La solemne inauguración del alumbrado público tuvo lugar el 16 de diciembre de 1896 en el «Liceo» tudense, donde se celebró un gran banquete, en el que los comensales alabaron a los fundadores de La Central por su iniciativa de carácter visionario, dadas las grandes aplicaciones que la electricidad iba a tener en el futuro.
Con el paso de los años, las utilidades de la energía eléctrica han ido creciendo sin descanso, hasta el punto en que hoy en día es de uso esencial en la vida de los pueblos.
El Progreso del Pirineo Distribución es hoy una compañía distribuidora en expansión, cuya historia obliga a tener objetivos a largo plazo y conocimiento total del mercado eléctrico.